"Vegetariano" deriva de vegetus
(completo, sano, fresco), y su significado más profundo va mucho más allá de
una dieta de verduras y frutas: implica un sentido filosófico y moral, porque es
una decisión que tiene que ver con la sensibilidad por la vida de los animales
y la preocupación por la ecología.
Las razones por las cuales las personas eligen
una alimentación vegetariana pueden ser: religiosas, morales, salud,
por consumir menos alimentos ricos en colesterol, reducir el riesgo de padecer
enfermedades cardíacas, amor a los animales, y al medio ambiente, etc.
Albert Einstein dijo lo siguiente: "Nada beneficiará más la salud humana e incrementará
la oportunidad de sobrevivir en este mundo que la evolución de una dieta
vegetariana."
Implica una dieta muy nutritiva, digestiva y
ligera, pobre en grasas y rica en fibras, que aporta un número bajo de
calorías, con las ventajas añadidas que esto supone: mejora nuestra esperanza y
nuestra calidad de vida, nos ayuda a estar en buena forma física y mejora
nuestra apariencia.
En general una dieta vegetariana está compuesta de
granos (cereales), legumbres, tubérculos, frutas, vegetales, vegetales marinos,
nueces y semillas.
Cuando una persona es vegetariana, existen varias
maneras en que puede cubrir los requerimientos de proteínas, dependiendo del
tipo de vegetarianismo que siga.
La persona que sigue una dieta
vegetariana reduce o elimina la ingesta de grasas saturadas y aumenta la
cantidad de grasas insaturadas (mono insaturadas y poli insaturadas), al mismo
tiempo que se aumenta la de fibra dietética. Por ello, el nivel de colesterol
de los vegetarianos es muy inferior al de aquellos que no lo son, con
la considerable reducción, por tanto se reduce el riesgo de padecer
enfermedades coronarias. También está demostrado que la presión sanguínea baja
al llevar una dieta vegetariana.
Al no comer carne, los vegetarianos están menos
expuestos a ciertos carcinógenos además de que los productos del
mundo vegetal no contienen hormonas de crecimiento
ni antibióticos, ya que ambos son administrados a la mayoría de los
animales que se crían para consumo humano.
Lic. Miriam
Cruz CENAPI